"Hola a todos, soy Laddy, masajista. Siempre me ha fascinado cómo el cuerpo humano tiene su propio lenguaje. Cada músculo, cada tensión, cuenta una historia. Cuando alguien se recuesta en mi camilla, me siento como una narradora de historias. Cada sesión es un viaje único.
Al principio, puedes estar un poco inquieto. Pero a medida que comienzo a trabajar en tus músculos, siento cómo poco a poco tu cuerpo se relaja, como si estuvieran soltando un peso que llevaban demasiado tiempo cargando.
Durante el masaje, me concentro en escuchar no solo tus palabras, sino también la comunicación silenciosa de tu cuerpo. Cada pequeño cambio en tu respiración o en tu postura me dice si estoy en el camino correcto. A veces, un simple toque puede llevar a una liberación emocional inesperada; he visto lágrimas de alegría y de tristeza fluir.